martes, 5 de abril de 2016

Un gol inolvidable...

Tengo 23 años jugando Futbol, lo practico con pasión y es un hecho que lo he demostrado  en infinidad de equipos he me han permitido jugar.

A mi hijo le he mostrado lo que este juego significa para mí, pero no lo obligo a jugarlo, porque sé que él es una persona con sus propias decisiones y gustos, el más vivo ejemplo es que se está convirtiendo en un férreo aficionado de los Pumas y se lo respeto, porque es su decisión, yo soy chiva pero eso no me afecta, al contrario lo apoyo.

Pongo en contexto esto porque hace un tiempo jugando para un equipo llamado Vasco Da Gama perteneciente a la liga Centenario y en el cual tuve la oportunidad de compartir juego con grandes personas y amigos paso algo que siempre soñé.

Era un partido tenso, con buenas jugadas pero con un marcador reducido, se me presento una jugada excelente, un centro por el costado derecho respecto a nuestro ataque, espere a que el balón bajara y lo tome de volea, el balón se fue a 5 o 6 metros por arriba de la portería, es un remate difícil pero se podía meter, simplemente le pegue mal… recuerdo a muchos que estaban afuera del campo burlándose y pidiendo me expulsarán por “wey” jajajaja y no los culpo, fue una jugada que desaproveché.

Sin embargo mi hijo estaba en un costado y sabía que era necesario redimir ese fallo, unas jugadas después hubo un centro por el mismo costado, el centro delantero llamado Francisco corrió a segundo poste mientras yo corrí al primero, el balón iba muy pasado pero el logró recentrar con ese magnífico juego de cabeza que tiene.

El balón quedo a mi espalda y con la inercia de mi movimiento no me quedo de otra que intentar un remate que amo…Una chilena!.. vi como el balón quedaba en una buena posición y no lo pensé dos veces, la tire, y después de conectar alcance a mirar como el balón se incrustaba en el costado izquierdo de la portería y un tanto angulado, por lo que el portero no pudo hacer nada aunque lo intento con un lance.

Festeje con mi hijo y no puedo olvidar su cara de asombro y gusto al ver por primer vez en su vida un gol de chilena, la cara se le sigue iluminando cada que recordamos ese momento, a la fecha me pide que le enseñe a hacerlas y créanme que lo haré, pero todo a su tiempo, ahora pienso en las veces que él contará este gol, las veces que diga como su padre lo llevo a un partido y aunque fallo una jugada clara pudo superar las burlas para meter el gol más bello de su vida, porque no se trata de la chilena, se trata del gol que mi hijo nunca olvidará y eso es mucho más importante que cualquier otro gol que haya tenido la oportunidad de anotar.

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