Cuando Marco llego con Saggita era más que obvio el camino que debía
seguir, era aquel que lo llevaría al tercer templo.
Saggita se despidió deseándole suerte pero recordándole lo difícil que serán
las últimas pruebas.
Mientras avanzaba el cielo comenzó a oscurecer lo suficiente para que al
niño le diera miedo el avanzar, se
escuchaban ruidos en las copas de los arboles, los arbustos se movían de manera
espeluznante.
Cuando por fin llego al templo se dio cuenta que este se encontraba a unos
10 metros de altura por lo que sería imposible subir hasta el a menos que
subiera por el árbol que se encontraba delante suyo. Era un árbol majestuoso
pero tenebroso, con muchas hojas y muy alto.
-Buenas noches caballerito, soy Punag el tercer mago y propietario de este
árbol, yo vivo en el, por lo que será difícil que me encuentres.
-Hola mago, podría indicarme ¿cómo poder subir hasta el templo?
-Claro, es muy fácil si así lo crees, deberás trepar por mi casa, avanzar
lo suficiente para poder llegar hasta donde tu deseo se encuentra, solo que hay
una pequeña dificultad, mi casa es un poco voluble y se molesta con facilidad.
-Pero, como es eso- pregunto Marco.
-Sube a la rama y lo entenderás.
Mientras el árbol bajaba una rama hasta el niño, el pensó en si sería buena
idea trepar por ahí o si podría buscar
un nuevo camino. Marco subió a las primeras 3 ramas, avanzo lo mas que pudo sin
miedo, mas sin en cambio el árbol comenzó a transformarse, el piso debajo de
este se convirtió en lava ardiente mientras él se llenaba miedo.
-Pero, ¿qué es esto?- pregunto
espantado Marco.
-Mi casa detecta que pediste un deseo malo. Por lo tanto ha decidido
ponerte uno de los niveles más fuertes en el que puede transformarse.
-¡hey!, pero que está pasando- las ramas donde se sostuvo Marco se
convirtieron en ramas con espinas, algo muy parecido al tallo de una rosa.
-Mi casa se siente muy molesta por lo que has pedido, sabe que tu hermano esta aquí y tú pediste que así fuera.
-Lo sé pero por eso estoy aquí, tratando de solucionar las cosas- grito
marco mientras intentaba subir y alejarse de la lava, de a poco se encontraba a
la mitad del árbol.
-Mi casa ha encontrado muchas peleas entre hermanos, no sabes cómo le
molesta eso- El árbol giro en 360° intentando tirar al niño- Ten cuidado porque
parece que está demasiado molesto y quiere terminar contigo.
Marco gritaba sostenido con todas sus fuerzas, mientras las burbujas de
lava crecían y se acercaban mas, pareciera que se lo quisieran comer, de las
copas caen las ramas más grandes intentando tirar a Marco al lago de lava.
-Porque luchas niño, lo mejor será que te rindas, no podrás batallar contra
mi casa, mejor pide que se acabe esto y saldrás a tu mundo.
-¡NO!-, NO PUEDO, NO QUIERO Y NO
DEBO.
-Pero porque no puedes- decía Punag mientras observaba como el niño ascendía
poco a poco.
-no puedo porque debo rescatar a mi hermano- grito Marco- El es mi mejor
amigo y compañero sin embargo en ese momento y ya cuando se encontraba a más de
la mitad de su camino cayo………….golpeo contra muchas ramas rompiendo su ropa y
raspando su cuerpo, las ramas lo golpearon con tal fuerza que algunas de ellas
se rompieron, a escaso metro y medio de
la lava algo detuvo la caída de Marco.
Al momento de girar el rostro hacia arriba observo un brazo salir de una de
las ramas que lo intentaban tirar, ese brazo lo conocía, traía la pulsera que
su madre les había colocado a los dos,
era el brazo de su ¡hermano!....
-Pero que está pasando aquí, porque entras en mi prueba- reclamo Punag mientras
el árbol dejaba de moverse tan brusco- en tantos años esta es la primer vez que
esto sucede- grito desesperado el mago, mientras el árbol dejo de moverse y el
brazo desapareció, la espinas se fueron y parecía que las ramas se acomodaron
lo suficiente para que el niño subiera fácilmente hasta la copa.
Es increíble- le dijo el mago- ¡mi
casa te ha perdonado!
Marco subió lo más pronto posible debido a que le emociono mucho ver el
brazo de su hermano ayudándolo, al llegar a la cima del árbol descubrió al mago,
el cual se encontraba en la punta del mismo, se trataba de un especie de
saltamontes diminuto……este le dijo
-Muy bien niño tu determinación te ha dado la fuerza suficiente para llegar
hasta el último mago y estas próximo a cumplir tu deseo, sin embargo es
increíble lo que acabo de ver, nunca nadie se había metido en una prueba mía,
es la primer vez que veo a mi casa ayuda a un ser como tú.
-Gracias Punag créame que lucho por mi hermano y sé que el
lucha conmigo.
Sigue la vereda, el gran mago ya te espera.
CONTINUARA………
Gracias por leer este texto, saludos